¿Por qué flores preservadas y secas?
Longevidad - 6 meses hasta 1 año
En condiciones óptimas, las flores secas y conservadas pueden durar hasta 6 meses sin perder color y forma.
Bajo mantenimiento
Al contrario que las flores frescas, aparte de quitarles un poco el polvo, no necesitan ningún mantenimiento para mantenerlas frescas.
Apto para todos los interiores
Las flores secas y preservadas son un elemento decorativo sorprendente. Ofrecen una amplia variedad para adaptarse a tu estética.
Cuidado y mantenimiento
Limpia el polvo con cuidado.
Puedes usar un secador de pelo en la opción más baja o una brocha de maquillaje
Evita la luz solar directa para que los colores se mantengan frescos.
No requiere agua
Evita también las zonas con mucha humedad
Uno de los principales beneficios de las flores secas es su bajo mantenimiento. A diferencia de las flores frescas que requieren agua y cuidados constantes, las flores secas solo necesitan ser limpiadas ocasionalmente para eliminar el polvo. Esto las hace ideales para personas con un estilo de vida ocupado o para aquellos que desean disfrutar de la belleza floral sin la responsabilidad del cuidado diario.
Además, las flores secas y preservadas son menos susceptibles a las alergias, ya que no liberan polen. Esto las convierte en una opción adecuada para hogares con personas alérgicas o sensibles a los alérgenos. Según estudios, aproximadamente el 20% de la población sufre de alergias estacionales, lo que resalta la importancia de considerar alternativas a las flores frescas.
Desde una perspectiva estética, las flores secas y preservadas ofrecen una amplia variedad de colores y texturas que pueden complementar cualquier estilo de decoración. Su versatilidad permite que se integren en diferentes ambientes, desde lo rústico hasta lo moderno. Además, la paleta de colores de las flores secas tiende a ser más sutil y terrosa, lo que puede aportar un toque de elegancia y sofisticación a los espacios.
En cuanto a su mantenimiento, es importante mantener las flores secas en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa, para evitar que se decoloren. La exposición prolongada a la luz puede afectar la vibración de los colores, reduciendo su atractivo visual. Asimismo, se recomienda evitar la humedad, ya que puede provocar el deterioro de las flores.
